Bendeciré al Señor que me aconseja; aun en las noches me enseña mi corazón. Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido. Confesión de PecadoMuy amados, nos hemos reunido en la presencia de Dios todopoderoso nuestro Padre celestial, a fin de proclamar su alabanza, escuchar su santa Palabra, y pedirle, para nosotros y los demás, aquellas cosas que son necesarias para nuestra vida y nuestra salvación. Con el propósito de prepararnos en corazón y mente para adorarle, arrodillémonos en silencio y, con un corazón contrito y obediente, confesemos nuestros pecados, a fin de recibir el perdón, por su infinita bondad y misericordia.
Dios de misericordia, confesamos que hemos pecado contra ti por pensamiento, palabra y obra, por lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer. No te hemos amado con todo el corazón; no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sincera y humildemente nos arrepentimos. Por amor de tu Hijo Jesucristo, ten piedad de nosotros y perdónanos; así tu voluntad será nuestra alegría y andaremos por tus caminos, para gloria de tu Nombre. Amén.
Dios omnipotente tenga misericordia de nosotros, perdone todos nuestros pecados por Jesucristo nuestro Señor, nos fortalezca en toda bondad y, por el poder del Espíritu Santo, nos conserve en la vida eterna. Amén
Luz Alegrante
Luz alegrante,
claridad pura del sempiterno Padre celestial,
Jesucristo, santo y bendito:
Ahora que hemos llegado al ocaso del sol,
y nuestros ojos miran la luz vespertina,
te alabamos con himnos, oh Dios:
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Digno eres de ser alabado en todos los tiempos con voces gozosas,
oh Hijo de Dios, Dador de la vida;
por tanto te glorifica el universo entero.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 107: Parte IConfitemini DominoLOC p. 638 Den gracias al Señor, porque es bueno, *porque para siempre es su misericordia. Proclamen los redimidos del Señor *que él los redimió de la mano del enemigo. El los recogió de entre todos los países, *del oriente y del occidente, del norte y del sur. Algunos erraban por el desierto, *sin hallar camino a una ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, *su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron al Señor en su angustia, *y los libró de su aflicción. Los dirigió por senda recta, *para que llegasen a una ciudad en donde vivir. Que den gracias al Señor por su misericordia, *y las maravillas que hace por sus hijos; Porque satisface a los sedientos, *y a los hambrientos los colma de bienes. Algunos moraban en oscuridad y tinieblas, *aprisionados en miseria y en hierros, Por haberse rebelado contra los mandatos de Dios, *despreciando el consejo del Altísimo. Por eso, con trabajo arduo humilló sus corazones; *tropezaban, y nadie los socorría. Entonces clamaron al Señor en su angustia, *y los libró de su aflicción. Los sacó de la oscuridad y de las tinieblas, *y rompió sus prisiones. Que den gracias al Señor por su misericordia, *y las maravillas que hace por sus hijos; Porque derriba las puertas de bronce, *y destroza los cerrojos de hierro. Algunos fueron insensatos y se rebelaron; *por sus iniquidades fueron afligidos. Aborrecieron todo alimento, *y llegaron hasta las puertas de la muerte. Entonces clamaron al Señor en su angustia, *y los libró de su aflicción. Envió su palabra y los sanó; *los libró del sepulcro. Que den gracias al Señor por su misericordia, *y las maravillas que hace por sus hijos. Que ofrezcan sacrificios de alabanza, *y publiquen sus obras con júbilo. Algunos navegaron por el mar, *comerciando por las aguas profundas. Contemplaron las obras de Dios, *y sus maravillas en el piélago. Entonces habló, y levantó un viento tempestuoso, *que alzaba las olas hasta lo alto. Subían al cielo, bajaban al abismo; *se derretían sus corazones ante el peligro. Titubeaban y se tambaleaban como borrachos, *y su pericia de nada les valía. Entonces clamaron al Señor en su angustia, *y los libró de su aflicción. Calmó la tempestad en susurro, *y apaciguó las olas del mar. Luego se alegraron a causa de la calma, *y los condujo al ansiado puerto. Que den gracias al Señor por su misericordia, *y las maravillas que hace por sus hijos. Que lo exalten en la congregación del pueblo, *y en el consejo de los ancianos lo alaben. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo:como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura del Evangelio de San Lucas (Lucas 6:12-26)
En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, Judas, hermano de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Jesús bajó con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había allí un numeroso grupo de discípulos suyos y una cantidad de gente procedente de toda Judea y de Jerusalén y también de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades; también los atormentados por espíritus malos recibían curación. Por eso cada cual trataba de tocarlo, porque de él salía una fuerza que los sanaba a todos.
El, entonces, dirigió la miradahacia sus discípulos y les dijo: «Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Felices ustedes los que lloran, porque reirán. Felices ustedes si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran unos delincuentes a causa del Hijo del Hombre. Alégrense en ese momento y llénense de gozo, porque les espera una recompensa grande en el cielo. Recuerden que de esa manera trataron también a los profetas en tiempos de sus padres.
Pero ¡pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo! ¡Pobres de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre! ¡Pobres de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena! ¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados!
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
Cántico de Simeón Nunc dimittis
San Lucas 2:29-32
Ahora despides, Señor, a tu siervo, *
conforme a tu palabra, en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, *
a quien has presentado ante todos los pueblos:
Luz para alumbrar a las naciones, *
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén.
Plegarias
El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.
Oremos.
Padre Nuestro
Que esta noche sea santa, buena y pacífica,
Te rogamos, Señor.
Que tus santos ángeles nos conduzcan por los senderos de paz y de benevolencia,
Te rogamos, Señor.
Que nos perdones y absuelvas de nuestros pecados y ofensas,
Te rogamos, Señor.
Que haya paz para tu Iglesia y para todo el mundo,
Te rogamos, Señor.
Que partamos de esta vida en tu fe y temor, y no seamos condenados ante el gran tribunal de Cristo.
Te rogamos, Señor.
Que tu Espíritu Santo nos una en la comunión de todos tus santos, encomendándonos los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo,
Te rogamos, Señor.
Oh Dios, puesto que sin ti no podemos complacerte: Concede, por tu misericordia, que tu Espíritu Santo dirija y gobierne nuestros corazones; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Señor Jesucristo, por tu muerte quitaste el aguijón de la muerte: Concede a tus siervos que caminemos de tal modo en la fe hacia el lugar a donde tú nos has precedido, que al fin durmamos apaciblemente en ti, y despertemos a tu semejanza; por amor de tu tierna misericordia. Amén.
Dios y Padre de todos, los cielos de los cielos te adoran: Haz que toda la tierra también te rinda culto, que todas las naciones te obedezcan, que todas las lenguas te confiesen y bendigan, y que todas las personas en todas partes te amen y te sirvan en paz; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Puede seguir intercesiones y acciones de gracias.
Oremos al Señor.
Señor, ten piedad. oSeñor, te alabamos!
Oración de San Juan Crisóstomo
Dios todopoderoso, que nos diste la gracia para unirnos en este momento, a fin de ofrecerte nuestras súplicas en común; y que, por tu muy amado Hijo, nos prometiste que, cuando dos o tres se congregan en su Nombre, tú estarás en medio de ellos: Realiza ahora, Señor, nuestros deseos y peticiones como mejor nos convenga; y concédenos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero, la vida eterna. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
Gloria a Dios, cuyo poder, actuando en nosotros, puede realizar todas las cosas infinitamente mejor de lo que podemos pedir o pensar: Gloria a él en la Iglesia de generación en generación, y en Cristo Jesús por los siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:20, 21
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