confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.
Dios omnipotente tenga misericordia de nosotros,
perdone todos nuestros pecados por Jesucristo nuestro Señor,
nos fortalezca en toda bondad
y por el poder del Espíritu Santo,
nos conserve en la vida eterna. Amén.
Oh Dios, dígnate librarnos.
Señor, apresúrate a socorrernos.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo:
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. [¡Aleluya!]
Oh Luz Gozosa!
Salmo 91
Salmo 92
Altísimo Señor,
¡qué bueno es darte gracias
y cantar himnos en tu honor!
2 Anunciar por la mañana y por la noche
tu gran amor y fidelidad,
3 al son de instrumentos de cuerda,
con música suave de arpa y de salterio.4 Oh Señor,
¡tú me has hecho feliz con tus acciones!
¡Tus obras me llenan de alegría!
5 Oh Señor,
¡qué grandes son tus obras!,
¡qué profundos tus pensamientos!
6 ¡Sólo los necios no pueden entenderlo!
7 Si los malvados y malhechores
crecen como la hierba, y prosperan,
es sólo para ser destruidos para siempre.
8 Pero tú, Señor, por siempre estás en lo alto.
9 Una cosa es cierta, Señor:
que tus enemigos serán destruidos;
que todos los malhechores serán dispersados.10 Tú aumentas mis fuerzas
como las fuerzas de un toro,
y viertes perfume sobre mi cabeza.
11 He de ver cómo caen mis enemigos;
¡he de oír las quejas de esos malvados!12 Los buenos florecen como las palmas
y crecen como los cedros del Líbano.
13 Están plantados en el templo del Señor;
florecen en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en su vejez, darán fruto;
siempre estarán fuertes y lozanos,
15 y anunciarán que el Señor, mi protector,
es recto y no hay en él injusticia.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo:
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
7 Ahora paso a contestar las preguntas que ustedes me hicieron en su carta. Sería preferible no casarse; 2 pero, por el peligro de la prostitución, cada uno debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. 3 Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio. 4 Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposa. 5 Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar.
6 Todo esto lo digo más como concesión que como mandamiento. 7 Personalmente, quisiera que todos fueran como yo; pero Dios ha dado a cada uno diferentes dones, a unos de una clase y a otros de otra.
8 A los solteros y a las viudas les digo que es preferible quedarse sin casar, como yo. 9 Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se casen, pues más vale casarse que consumirse de pasión.
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
Cántico de María - Magnificat San Lucas 1:46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, *
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, *
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
su Nombre es santo.
Su misericordia llega a sus fieles, *
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo; *
dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos, *
y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes, *
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, *
acordándose de la misericordia,
Como lo había prometido a nuestros padres, *
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo:
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura de San Mateo 6:7-15
7 »Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. 8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan. 9 Ustedes deben orar así:
»“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra,
así como se hace en el cielo.
11 Danos hoy el pan que necesitamos.
12 Perdónanos el mal que hemos hecho,
así como nosotros hemos perdonado
a los que nos han hecho mal.
13 No nos expongas a la tentación,
sino líbranos del maligno.”
14 »Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; 15 pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados.
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
Credo de los Apóstoles
Creemos en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creemos en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creemos en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna. Amén.
El Señor sea con ustedes.
Oremos.
Padre Nuestro
Te rogamos, Señor.
Que tus santos ángeles nos conduzcan por los senderos
de paz y de benevolencia,
Te rogamos, Señor.
Que nos perdones y absuelvas de nuestros pecados y
ofensas,
Te rogamos, Señor.
Que haya paz para tu Iglesia y para todo el mundo,
Te rogamos, Señor.
Que partamos de esta vida en tu fe y temor, y no seamos
condenados ante el gran tribunal de Cristo.
Te rogamos, Señor.
Que tu Espíritu Santo nos una en la comunión de
San Bernabé y todos tus santos, encomendándonos los
unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo,
Te rogamos, Señor.
Colecta para los viernes
Señor Jesucristo, por tu muerte quitaste el aguijón de la muerte: Concede a tus siervos que caminemos de tal modo en la fe hacia el lugar a donde tú nos has precedido, que al fin durmamos apaciblemente en ti, y despertemos a tu semejanza; por amor de tu tierna misericordia. Amén.
Colecta por la paz
Santísimo Dios, manantial de todos los buenos deseos, de todos los juicios rectos y de todas las obras justas: Concede a tus siervos la paz que el mundo no les puede dar, a fin de que nuestras mentes estén fijas en hacer tu voluntad, y para que, librados del temor de todo enemigo, vivamos en paz y tranquilidad; por las bondades de Cristo Jesús nuestro Salvador. Amén.
Colecta por la presencia de Cristo
Quédate con nosotros, Señor Jesús, ahora que la noche se acerca y ha pasado el día. Sé nuestro compañero en el camino, enciende nuestros corazones, y despierta la esperanza, para que te conozcamos tal como te revelas en las Escrituras y en la fracción del pan. Concede esto por amor de tu Nombre. Amén.
Oraciónes del Pueblo
Con todo el corazón y con toda la mente, oremos al Señor, diciendo: "Señor, ten piedad".
Por la paz de lo alto, por la misericordia de Dios y por la salvación de nuestras almas, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por la paz del mundo, por el bienestar de la santa Iglesia de Dios y por la unidad de todos los pueblos, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por nuestro Obispo, y por todos los clérigos y laicos, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por nuestro Presidente, por los gobernantes de las naciones y por todas las autoridades, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por esta ciudad, por todas las ciudades y comunidades, y por los que viven en ellas, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por un clima apacible y por la abundancia de los frutos de la tierra, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por la buena tierra que Dios nos ha dado, y por la sabiduría y el deseo de conservarla, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos los que viajan por tierra, mar o aire o el espacio, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por los ancianos e inválidos, los viudos y huérfanos, por los enfermos y los que yacen en el lecho del dolor, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos los enfermos y recluidos de nuestra congregación, y otros conocidos por nosotros:
Euphrezine Hunter, Joyce Sawyers, Darryl Mims, Bettina Joy Ayers, Eric Mims, Claudio “Shorty” and Sandi Alexander, Tanya Barbour, Don Williams, Marcie Mims, Giavanna Zlez, Salvador Gorrochino, Lucinda Frank, Guillermo Carguill, Jewelyn Mims, Doris McDaniel, Robert Edwards, Rudolfo Edwards, Gail and Obed MacKinnon, Kadence Hutchins, Sandy Williams, Gregory Williams, Stephanie Williams, Lauretta Williams, Rosebud Cosey, John Herrera, Derek McCullough, Tommy Gurley, Rick Gurley, Paul Kaufman, Amanda Daniels, Luis Martinez, Daniel Rios, Rick, Barbara Watson, Michael Mims, Jr., Michael Mims, Sr., Sandra Mims, Brandon Williams Jr, Dorett Williams, The Bradshaw Family, Rev. Golie, Erdlay Nedrick
Oración de San Juan Crisóstomo
Dios todopoderoso,
que nos diste la gracia para unirnos en este momento,
a fin de ofrecerte nuestras súplicas en común;
y que, por tu muy amado Hijo,
nos prometiste que,
cuando dos o tres se congregan en su Nombre,
tú estarás en medio de ellos:
Realiza ahora, Señor,
nuestros deseos y peticiones como mejor nos convenga;
y concédenos en este mundo el conocimiento de tu verdad
y en el venidero, la vida eterna. Amén.
Gloria a Dios, cuyo poder, actuando en nosotros, puede realizar todas las cosas infinitamente mejor de lo que podemos pedir o pensar: Gloria a él en la Iglesia de generación en generación, y en Cristo Jesús por los siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:20, 21
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